Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 17 de abril de 2017

SOBRE... BUENO, VÉANLO USTEDES.


Tengan ustedes la bondad de fijarse en la imagen, que traigo aquí desde una captura de pantalla, porque si no la pusiera lo mismo no me creen.

Bien; se supone que quien ha enviado este correo electrónico es una señora, señorita, señor, señorito, señoro, señoroto, a quien sus compañeros tienen que hacerle el trabajo por el que cobra, a cambio de que les represente y proteja sus derechos.

En vista de lo cual, no tiene nada de extraño cómo estamos los trabajadores.

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