Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

miércoles, 13 de mayo de 2015

SOBRE LAS DECISIONES DE RAJOY.


«Gobernar es tomar decisiones», afirmó -según El Mundo de hoy, página 5- don Mariano Rajoy en un mitin electoral.

Interesante afirmación, que acaso propondrá como norma para una hipotética próxima legislatura de gobierno, habida cuenta de que en la que acaba no lo ha hecho. A lo más que ha llegado don Mariano, es a permitir que los problemas se enquisten, se solapen, se pudran y desaparezcan del primer plano por la urgencia de otros nuevos con los que ha seguido el mismo sistema.

«El PP tiene ideas profundas, convicciones firmes, y las va a defender, sobre todo en los momentos difíciles, como se ha demostrado a lo largo de los últimos años», aseguró Rajoy.

Perfecto: lo demostrado en los últimos años es lo que tiene que ofrecer el PP; sus ideas profundas, sus convicciones firmes. 

Es decir: las ideas y las convicciones del PP son dejar el aborto prácticamente como lo puso Rodríguez; volver la vista a otro lado con el separatismo catalán; soltar etarras a mansalva; permitir que algunas autonomías nos chuleen a todos los que habitamos en las que cumplen; esconder la jeta ante su propia corrupción y no incidir demasiado en las ajenas; privatizar la administración pública tras demonizar a los funcionarios y ampliar las designaciones a dedo... En fin, sumen ustedes lo que gusten.

Esas son las convicciones del PP, y su idea -según muestra cualquier hemeroteca- es mentir en su programa electoral y engañar a los ciudadanos. 

Ahora, vuelvan a votarles. Y vuelvan a quejarse mañana.

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