Me llega aviso de que la página web de la Fundación Nacional
Francisco Franco (www.FNFF.es) dedicará un recuerdo especial,
durante el mes de marzo, al Fuero del Trabajo, obra de Pedro González-Bueno y
Bocos siendo Ministro de Organización y Acción Sindical del 1er. Gobierno
Nacional, que fue promulgado el 9 de marzo de 1938.
En ella se
publicarán artículos, entrevistas, fotografías, etc., y a lo largo del mes,
hasta el día 9 se seguirá ampliando información sobre el Fuero, obra que marcó
la política económico-social en la era de Franco.
Nótese la fecha: marzo
de 1938; esto es, en mitad de la guerra. La preocupación principal de aquél
Gobierno y de aquellos hombres no era otra que la de mejorar las condiciones del
trabajador. En este sentido, España no ha conocido legislación más avanzada, y
quien lo dude que lea algunas cosillas que he espigado del Fuero del
Trabajo:
Artículo 1º:
2.- Por ser
esencialmente personal y humano, el trabajo no puede reducirse a un concepto
material de mercancía, ni ser objeto de transacción incompatible con la dignidad
personal de quien lo preste.
(...)
6.- El trabajo constituye uno de los
más nobles atributos de jerarquía y de honor, y es título suficiente para exigir
la asistencia y tutela del Estado.
Artículo 3º.-
1.- La
retribución del trabajo será, como mínimo, suficiente para proporcionar al
trabajador y su familia una vida moral y digna.
Como ven, nada de
trabajo-mercancía, nada de mercado de trabajo, nada de esclavitud por
horas como con las ETT introducidas por Felipe González y cuidadosamente
amamantadas por todos sus sucesores.
Y la retribución del trabajo -esto
es: la de un trabajador- debía ser suficiente para mantener dignamente
una familia. Lo mismito que los ahogos a fin de mes, incluso con dos nóminas, de
esta cleptocracia.