Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 28 de agosto de 2015

SOBRE LAS RAZONES DE LOS SEPARATISTAS CATALANES.

El País: La Guardia Civil entra en la sede de CDC por las comisiones del 3%

¿A que al final vamos a saber cuales son los verdaderos motivos del ansia independentista del señor Mas?

jueves, 27 de agosto de 2015

SOBRE NO SER FASCISTA.

Al hilo del comentario precedente, y dada la contumacia falsaria de los medios de intoxicación social, habrá que hacer una puntualización.

Puntualización sobre aquellos medios, aquellos estúpidos y aquellos mamarrachos que condenan la agresión a Inmaculada Sequí, la presidenta de Vox en Cuenca, porque "Vox no es fascista". Lo cual, ajustando el concepto en sentido contrario, viene a decir que si Vox fuera fascista, la paliza a doña Inmaculada habría estado bien.

Esto nos deja -a los que si somos fascistas, dicho sea de este modo para que los gilipollas entiendan- al descubierto de la supuesta protección de las leyes y del Estado de Derecho. Para los blanditos de centro y de derecha, no hay nada malo en la violencia contra los fascistas; para los cabrones rojeras o rositas, a los fascistas se les puede agredir.

Y esto, que a los demócratas liberales, a los tolerantes de topicazo, a los pacíficos de plastilina, a los dialogantes de esfínter complaciente y a los gilipollas sin graduación les parece bien, porque también ellos están contra el fascismo -aunque no tienen ni puta idea de qué será eso- a mi, ya ven ustedes qué cosas, me parece incluso mejor.

Ellos son los que dejan las cosas claras; ellos -los tolerantes, los blanditos, los nichichanilimoná, los borregos- nos cargan de razón.

Y a quien Dios se la de, San Pedro se la bendiga. Amén.

martes, 25 de agosto de 2015

SOBRE LOS ROJOS DE MIERDA.

Que -soy consciente- hay muchos, de diversos pelajes, múltiples cataduras y diferentes categorías de infrahumanidad, cobardía y vileza.

Dicho esto, entiéndase que hoy me refiero a los infrarrojos -dos presuntos hombres y una supuesta mujer, que completan un trío de bestezuelas- que han agredido -véase El País- a la presidenta de Vox en Cuenca, Inmaculada Sequí, de 18 años de edad, cuando salía de su casa, al grito de “vamos a ver qué dices ahora, fascista de los cojones”.

Evidentemente, hay que ser rojo para agredir a puñetazos y patadas a una cría de 18 años, hasta dejarla inconsciente en medio de la calle. No digo que un hombre no hace eso, porque es evidente que esos dos cuatezones no son hombres, ni mujer su acompañante. Son hienas, bestias paleolíticas, cobardes sin disimulo.

No creo que doña Inmaculada Sequí sea fascista, salvo si entendemos, como esos monos, que fascista es todo aquél que no es bolchevique. Doña Inmaculada Sequí, si cree lo que dicen los creadores de Vox, debe ser buena persona. Si además de creer en lo que dicen, creyera en lo que esos fundadores de Vox hacen y han hecho, la cosa cambia, y estaría en duda esa bondad; pero pienso que a su edad se le puede conceder el beneficio de la duda.

Sin embargo, repito, no creo que doña Inmaculada Sequí sea fascista. No sólo porque Cuenca queda algo retirada de Roma, sino porque los que los rojos de mierda llaman fascistas -o sea, los falangistas, yo mismo para lo que gusten- somos otra cosa que nunca se parecerá a Vox.

Para los infrarrojos -entiéndase rojos de mierda, para hacer honor al título- fascista es todo el que no se pliega a los dictados de los bolcheviques, a la palabrería institucionalizada por la III Internacional hace casi un siglo, toma modernidad. Para las hienas que hozan en la hez de la Humanidad -o sea, comunistas, okupas, antisistema, vagos, maleantes, sinvergüenzas en general y canallas a granel-, fascista es Inmaculada Sequí, Esperanza Aguirre, Mariano Rajoy, Alberto Rivera y -según vayan cantando las encuestas- lo será el mismísimo señor Sánchez que aún piensa que es el mandamás del pesoe.

Esto, sin embargo, nos lleva a lo que hace tiempo vengo escribiendo, y es que los detritus salidos de la zahúrda ultraizquierdista se han envalentonado, y están empezando a repetir la historia. La gente de derechas, de orden, de que todo el mundo haga lo que quiera, de no me meto en política, están en la cola para ir recibiendo, y los que nunca hemos estado en ese redil lo vemos como algo, por inevitable, esperado. Todos ellos son fascistas para los rojos, como ya lo fueron hace ochenta años.

Pero no; fascista -es decir, por hablar con propiedad aunque esos canallas no lo entiendan, nacionalsindicalista- soy yo, por no meter a nadie más. Así es que esos infrarrojos, esos rojos de mierda, podrían elegir mejor y -ya que son tan valientes que sólo necesitan juntarse tres para pegarle a una niña- les invito a que vengan de veinte en veinte a por mí.

Avisando previamente, porque yo salgo de mi casa a trabajar a las 7 de la mañana, hora intempestiva donde las haya para los ultrarrojos, así es que tendría que reservarles cita.

Y munición, que gracias a Dios no falta.

viernes, 7 de agosto de 2015

SOBRE LA GENEROSIDAD DE LA ABUELITA.

La abuelita Carmena, doña Manuela, que ha decidido dar un alegrón a los nietecitos, regalándoles edificios para su diversión.

Los nietecitos -ideológicos en este caso- son los okupas de varios edificios que, tras décadas de mamoneo, han sido echados a la puta calle por la autoridad; la poca que va quedando. Y la abuelita decide ser generosa con sus retoños y retoñas y retoñes. Y va y les regala edificios del Ayuntamiento de Madrid, para que se diviertan con sus actividades culturales y sociales

Las actividades culturales y sociales de los nietecitos -ideológicos- de doña Manuela ya sabemos todos cuales son, y se sustentan en las tres patas que mantienen la vida de los simpáticos antisistema: la borrachera, las drogas y el refocile.

Por supuesto, doña Manuela niega tajantemente la posibilidad de que sus generosidad se aplique ecuánimemente, a todos por igual: para recibir el regalo de la abuelita, está prohibido ser neonazi. O sea: que hay que ser un rojo de mierda, o no hay sopa boba. Que hay que discriminar a los españoles, o no hay regalito. 

Y, por supuesto, doña Manuela muestra su generosidad con lo que no es suyo. Así es que doña Manuela podría hacer el favor de ser generosa hasta donde le salga del refajo con su piso, o chalet, o cuchitril donde habite; pero también podría hacer el puñetero favor de dejar en paz lo mío, lo que el Ayuntamiento que indignamente preside ha acopiado trincándome impuestos y tasas.

Es lo que tienen los rojos: que lo suyo es suyo; pero lo nuestro lo reparten a manos llenas entre los suyos.

martes, 4 de agosto de 2015

SOBRE LA RESPONSABILIDAD.

Lo tienen habitualmente ahí, justo debajo de la cabecera; pero en muchas ocasiones ocurre que nos pasa desapercibido lo que tenemos a la vista. Así es que lo copiaré aquí, hoy, de nuevo:

Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición. 

José Antonio Primo de Rivera. 
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934) 

Y esto, evidentemente, se dirige al señor Rajoy, desgraciadamente Presidente de un Gobierno gris, apático, aburrido, burócrata y sin ideas.

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