Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

jueves, 12 de septiembre de 2013

SOBRE LOS HOLOCAUSTOS DEL PP.

Bien sabemos que a cuenta del PP -ese partido de centro liberal avanzado, según Gallardón, al que votan los católicos- hay un holocausto enorme y pavoroso, que es el del aborto; pero hoy me referiré a otro. Concretamente, al que gracias al grupo parlamentario popular -vean El País- deberán estudiar los alumnos españoles con la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) del ministro Wert.

Y el holocausto que tendrán que estudiar es, ni que decir tiene, el de los judíos en la Segunda Guerra Mundial, cuestión que alegra al presidente de la Federación de Comunidades Judías de España (FCJE), Isaac Querub, aunque lo considera poco, porque él lo que quiere es  "una enmienda más amplia donde se hiciera referencia a la historia del pueblo judío". 

Como falangista, y como español, no puedo ser racista. En más de una ocasión he escrito que el Estado de Israel -se diga lo que se diga sobre sus métodos- nos está librando del expansionismo islamista y está poniendo la cara por una Europa empeñada en suicidarse. Todo ello no es obstáculo para que me parezca bastante fuera de lugar que los estudiantes españoles -hablamos de primaria y secundaria, no de especialización universitaria- estudien la historia del pueblo judío, cuando no conocen su propia historia española o se la dan deformada hasta resultar irreconocible.

Pero lo de estudiar el holocausto judío de la GMII, sin el correspondiente estudio de otros muchos holocaustos, me parece una muestra de racismo, de xenofobia y -evidente, tratándose del PP- flojera de esfínteres.

Porque, puestos a estudiar holocaustos, los primeros -siquiera por proximidad- deberían ser los de Paracuellos del Jarama, Aravaca, Camuñas -recientemente descubierto-, los cientos de chekas de cada partido, partidete, partiducho, sindicato y bandas de criminales que aterrorizaron la retaguardia roja en nuestra guerra, dado que carecían de gónadas para irse a los frentes de combate.

Pero, si se quiere estudiar lo de fuera, en la misma GMII tenemos buenos holocaustos que estudiar: las fosas de Katyn, donde miles de polacos fueron asesinados por los soviéticos; los bombardeos de Dresde, donde miles de alemanes no combatientes fueron asesinados por EE.UU. y Gran Bretaña; los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, donde cientos de miles de no combatientes fueron brutal, salvajemente, pavorosamente asesinados por USA.

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