Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

martes, 13 de diciembre de 2011

SOBRE EL COMIENZO DE LA FARSA.

Farsa -que en su cuarta acepción vale por enredo, trama o tramoya para aparentar o engañar-, es la que se aprestan a ejecutar todas esas asociaciones, grupitos, grupetes, paginitas y periodiquitos que forman la claque del peperismo.

Todos esos organismos y organillos que suelen poner la cara -bajo la especie de protección a la familia, protección a la vida, catolicismo desnatado, grupos de opinión, etc.- para que el PP se arrogue triunfos que no son suyos, sino de la gente que está harta, que está irritada, airada, exasperada y desesperada; que está hasta el gorro, y aún hasta los susodichos.

De la gente -por otra parte- que carece de la suficiente personalidad para no aceptar sucedáneos cuando tiene las fuentes auténticas bien cerca; de la gente, en suma, del mal menor. De los que se creen que votando al PP votan contra el asesinato de nonatos, cuando bien se sabe -quien quiera saber- que el Partido Popular es netamente abortista y que -pese a prometer la vuelta a la Ley anterior, de Felipe González- ahora se queda en retocar la actual que -¡oh, misterios!- tiene recurrida en el político Tribunal Constitucional.

Viene todo esto a cuento de denunciar las informaciones aparecidas en la prensa, acerca de que el PP "deja de financiar el aborto con dinero público en Baleares", noticia de que se hacían eco -por ejemplo aunque no en exclusiva- Infocatólica (6-12-2011) ó La Gaceta, atendiendo a lo afirmado por el Instituto de Política Familiar de Baleares, que "agradece la sensibilidad demostrada por parte de la Consellería de Salut, del grupo parlamentario del PP y del mismo PP."

Parece, así dicho, estupendo ¿verdad?. Parece que el PP -a expensas de cumplir la promesa que los electores creen que les han hecho- comienza por dejar de pagar los asesinatos con nuestro dinero, el de todos los que no queremos ser cómplices de tales crimenes. Parece gran cosa que, como paso previo, se deje de financiar, ¿a que si?

Pues no, y verán ustedes por qué. Porque Diario de Mallorca (8-12-2011), lo aclara y la realidad es muy diferente: El Govern garantiza que la sanidad pública asumirá todos los abortos, titula. Y subtitula, por si quedaban dudas: "Si un médico tiene problemas de conciencia, se buscará a otro", se compromete la consellera.

O sea, que le quitan el negocio a los amigos del anterior Gobiernillo, pero siguen sufragando el aborto, buscando los médicos que haya que buscar. Y si no los encuentran -que los encontrarán, porque canallas siempre hay- ya le darán los cuartos a sus propios amiguetes.

Nada nuevo bajo el sol, y nada nuevo bajo el PP y sus palmeros. Y ahora, que cada cual medite lo que tenga que meditar, si es que el pajarraco marcado a fuego en el anca se lo permite.

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