Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

sábado, 10 de diciembre de 2011

SOBRE EL CLIMA MORAL.

Aunque mi memoria no es ya lo que fue, tengo una cierta capacidad para recordar frases; esas frases contundentes, redondas, rotundas, que parecen esculpirse en piedra berroqueña para crear inapelables sentencias.

Me ocurre así, a Dios gracias, con bastantes cosas pero, fundamentalmente -y de forma comprensible- con esas sentencias joseantonianas que equivalen -en él, tan magnífico orador y escritor- a un discruso completo.

Hoy se me ha venido a la mente las palabras pronunciadas en el Parlamento -aquél otro Parlamento suicida del bienio estéril- a propósito del más sonado escándalo económico republicano. Se me ha venido con una razón, un motivo y una semejanza, claro está. Pero hallarla y encontrar las concomitancias con la actualidad lo dejo en manos del lector. Por si los fiscales.

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SOBRE EL “ESTRAPERLO”

(Discurso pronunciado en el Parlamento el 28 de octubre de 1935)

El señor PRIMO DE RIVERA:

Creo, señores diputados, haber ganado el derecho a que sepáis que en ninguna de mis intervenciones hay, ni de lejos ni de cerca, una intención más o menos hostil contra el régimen ni contra sus partidos. Creo que esto está acreditado ya en dos años de vida parlamentaria y en muchas actuaciones extraparlamentarias. Si no tuviera esa seguridad, renunciaría a hablar en este momento, pero aunque no la tuviera, me parecería que tenía, como todos vosotros, el deber de levantarme aquí para decir: está terminándose esta discusión y no ha alcanzado su medida ni su volumen. La gente que nos mira desde fuera, quienes nos escuchan desde las tribunas, saben que esto no puede quedarse en una votación más o menos copiosa de los tres, de los cuatro o de los cinco extremos que nos propone la Comisión. Aquí hay, sencillamente –y sé que quizá por vez primera en mi actuación parlamentaria voy a suscitar un escándalo–, un caso de descalificación de un partido político. (Rumores y protestas.) Ni más ni menos: la descalificación de un partido político que es el partido republicano radical. (Protestas en la minoría radical. El señor Rey Mora: “¿Por qué razón?” El señor Arrazola: “Yo pongo mi honorabilidad al lado de la de su señoría”.) Por la siguiente razón. (Continúan los rumores.) Estoy decidido hoy a no dimitir mi puesto de acusador, aunque me insultéis.

Hemos estado escuchando al señor Salazar Alonso. Todos conocemos al señor Salazar Alonso, y estamos todos, probablemente, inclinados a creer en su inocencia. El señor Salazar Alonso ha hecho una defensa torpísima; nos ha querido hacer creer que el gobernador de Guipúzcoa, que el subsecretario, todo el mundo, daba autorizaciones de juego sin que él, ministro de la Gobernación, se enterase. El señor Salazar Alonso, que tuvo en su despacho del Ministerio aquel juego, que ya no recuerdo cómo se llama, pero que consiste en un simulacro de ruleta; el señor Salazar Alonso no ha tenido siquiera el valor de negar de frente una sola de las imputaciones, sino que viene señalando defectos procesales en la tramitación, como si estuviéramos en un juicio verbal, y, sin embargo, debajo de toda esa debilidad de defensa rezumaba como una especie de sinceridad, como una especie de verdad en la honradez íntima del señor Salazar Alonso. Pero quedaron en el ánimo de todos estas dos verdades: primera, que probablemente el señor Salazar Alonso no había obtenido el menor beneficio de todo este asunto; segunda, que el señor Salazar Alonso había faltado a las normas de una buena ética política en la tramitación de este asunto. ¿Qué hay para que el señor Salazar Alonso, que no ha recibido, si acaso, más que ese modesto regalo de un reloj, con el que no se soborna a ningún ministro de la Gobernación, accediese a estas maquinaciones en que entra el holandés a quien descalificáis, pero con el que habéis estado tratando cuatro meses, y el hijo adoptivo de don Alejandro Lerroux, y don Sigfrido Blasco, y todas esas personas? ¿Qué aparece aquí? Pues aparece, sencillamente, el reflejo de un clima moral que sólo existe en estos momentos en el partido radical de que formáis parte. (Rumores y protestas en el partido radical.) No, ahí, en estos bancos, en aquellos otros (señalando a los de distintas minorías) no hubieran estado cuatro meses unos cuantos indocumentados con unos diputados colocando al extranjero, en el ejercicio de una truhanería barata, el importe de un billete de coche–cama, el importe del almuerzo, el de una conversación telefónica; eso no ocurre en más partido que en el vuestro. (Protestas.) Yo sé que en vuestro partido hay personas honorables; pero esas personas honorables tienen que saltar como las ratas saltan del barco que naufraga, porque si no os hundiréis con el barco.

Además, señor ministro de la Guerra, y vosotros, los que os sentáis en esos bancos (señalando a los de la minoría popular agraria), con los que he contendido muchas veces, pero en los que tengo muy buenos amigos y en los que hay un instrumento de gobierno para España y, si queréis, para la República; vosotros y su señoría, señor ministro de la Guerra, que sabe cuán profundos son el afecto, el respeto y la admiración que le profeso, tenéis que pensar en esto: que ya ningún partido español podrá ir nunca en alianza electoral ni política con el partido radical, porque el partido radical está descalificado ante la opinión pública. Y no me vengáis con que las colectividades no delinquen; las colectividades sí delinquen: contra las colectividades se toman acuerdos de descalificación, se pronuncian condenas colectivas; y si no, coged el Diario de Sesiones número 122, del 15 de noviembre de 1934, y veréis cómo colectivamente, con vuestros votos, con la firma del señor Gil Robles en primer lugar, se impusieron sanciones colectivas al partido socialista, se pronunciaron declaraciones de condena colectiva contra el partido socialista, se recomendó al Gobierno que disolviera las entidades socialistas y que se incautase de sus bienes. No me vayáis a decir que todos y cada uno de los socialistas delinquieron, ni que delinquieron las Casas del Pueblo, que no pueden delinquir porque son inmuebles; sin embargo, por un principio de justicia política y con vuestros votos. fuisteis vosotros los que propusisteis a la Cámara, y la Cámara acordó, que se extendiera al partido la responsabilidad de una actuación ilícita en sus miembros. Pues bien: cuando en un partido pueden manipular durante meses –sin que esto cause extrañeza, sin que esto pueda explicarse, sin que personas de probabilísima austeridad como el señor Salazar Alonso puedan sustraerse a la red– cosas como éstas, que nos avergüenzan y nos apestan, que encolerizan contra vosotros y, si no lo remediamos esta misma tarde, contra el Parlamento, a todo el pueblo español, ese partido, empezando por su jefe, que hace muy bien en alegar su vida política, porque la conocemos todos, tiene que desaparecer de la vida pública. (Rumores.).

OBITUARIO.

Me llega noticia, procedente de Cruzada Hispánica, del fallecimiento del camarada José Rodríguez Pachón. Como no podía ser de otra forma, les traslado la noticia y me sumo al ¡Presente!.

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¡¡¡CAMARADA JOSE RODRIGUEZ PACHON....PRESENTE!!!

El pasado Jueves, dia 8 de Diciembre del 2.011,una gloriosa fecha, la festividad de la Inmaculada Concepcion, tuvo a bien consagrarse una vez mas, para despedir a nuestro Camarada, "Pater", JOSE RODRIGUEZ PACHON, en el Hospital de Tarrasa, sobre las 12:00H, y tras una larga enfermedad, que puso fin a su vida terrenal.

Hoy 9 de Diciembre, ha tenido lugar,su despedida, acudiendo en primer lugar al Tanatorio del Hospital de Tarrasa, donde algunos Camaradas, familiares, allegados y amigos, les hemos expresado nuestro sentir mas sincero, ante su ataud, firme el ademan, como siempre, delante del mismo, hemos pasado los alli presentes, donde rato despues, lo han trasladado a la Parroquia de Sant Cristofol, a su Iglesia, Parroquia, donde el, ya de bien niño, comenzaba sus primeros pasos en este mundo, que en el dia de ayer dejo.

Posteriormente a la celebracion de su Misa, donde asistió un gran numero de personas, fue trasladado al Cementerio.En la misma entrada del Cementerio, en la misma puerta, paro el coche funebre, sus Camaradas, se disponian a cargar con su feretro, hasta el mismo nicho, dicho y hecho...comenzo su andadura , portado al hombro en su ataud, con su bandera de LA FALANGE ESPAÑOLA, y con su ramo de cinco rosas, seguido por mas Camaradas, familiares, amigos que le acompañaron en ese momento.

Al llegar al nicho, fue depositado en el mismo, acompañandole en el mismo, la bandera de La Falange, otros ramos , otras coronas , y una vez puesto alli, los alli asistentes, entonamos, con respeto, nuestro Himno de Amor y de Lucha,...EL CARA AL SOL, donde unas decenas de gargantas, brazo en alto, entonaron la misma, dando los gritos finales oportunos...dando por finalizado el mismo, abandonamos el cementerio.

A los que tuvimos la suerte de conocerle en persona, a los que tuvimos la suerte de conocerle como persona, como pater, y sobre todo como Falangista, seria largo y extenso intentar explicar su personalidad, en aras de los mas altos ideales, de Dios y de la Patria, asi que me vais a disculpar, pero prefiero copiar, pegar, o poner esta Oracion del Camarada Rafael Sanchez Mazas, en recuerdo y homenaje a su persona...

ORACION POR LOS CAIDOS DE LA FALANGE

"Señor, acoge con piedad en tu seno a los que mueren por España y consérvanos, siempre el santo orgullo de que solamente en nuestras filas se muere por España y que solamente a nosotros honre el enemigo con sus mayores armas.

Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio sino por amor y el último secreto de sus corazones era la alegría con que fueron a dar sus vidas por la Patria. Ni ellos ni nosotros hemos conseguido jamás entristecernos de rencor ni odiar al enemigo y tú sabes Señor que todos estos caídos mueren para libertar con su sacrificio generoso a los mismos que les asesinaron, para cimentar con su sangre joven las primeras piedras en la reedificación de una Patria libre, fuerte y entera.

Ante los cadáveres de nuestros hermanos a quienes la muerte ha cerrado los ojos antes de ver la luz de la victoria, aparta Señor de nuestros oídos las voces sempiternas de los fariseos, a quienes el misterio de toda redención ciega y entenebrece, y hoy vienen a pedir con vergonzosa ingencia, delitos contra los delitos y asesinatos por la espalda a los que nos pusimos a combatir de frente.

Tú no nos elegiste Señor, para que fuéramos delincuentes contra los delincuentes sino soldados ejemplares, custodios de valores augustos, números ordenados de una guardia puesta a servir con amor y con valentía la suprema defensa de una patria. Esta ley moral es nuestra fuerza. Con ella venceremos dos veces al enemigo porque acabaremos por destruir no sólo su potencia sino su odio.

A la victoria que no sea clara, caballeresca y generosa preferimos la derrota porque es necesario que mientras cada golpe del enemigo sea horrendo y cobarde cada acción nuestra sea de afirmación de un valor y de una moral superiores.

Aparta, así, Señor, de nosotros, todo lo que otros quisieran que hiciésemos y lo que se ha solido hacer en nombre de vencedor impotente de clase, de partido o de secta, y danos heroísmo para cumplir lo que se ha hecho siempre en nombre de una Patria, en nombre de un Estado futuro, en nombre de una cristiandad civilizada y civilizadora.

Tú sólo sabes con palabras de profecía para qué deben estar 'aguzadas las flechas y tendidos los arcos' (Isa. v.28).

Danos ante los hermanos muertos por la Patria perseverancia en este amor, perseverancia en este valor, perseverancia en este menosprecio hacia las voces fariseáicas y oscuras, peores que voces de mujeres necias. Haz que la sangre de los nuestros, Señor, sea el brote primero de la redención de esta España, en la unidad nacional de sus tierras, en la unidad de sus clases, en la unidad espiritual en el hombre y entre los hombres y haz también que la victoria final sea en nosotros una entera estrofa española del canto universal de tu gloria".

"PATER...GUIANOS Y ESPERANOS EN LOS LUCEROS..."

¡¡¡CAMARADA JOSE RODRIGUEZ PACHON....PRESENTE!!!

¡¡¡ARRIBA ESPAÑA!!!

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