Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 27 de junio de 2011

SOBRE LA CREDIBILIDAD.

Afirmaba el señor Rubalcaba -llámame Alfredo- que "Bildu pierde credibilidad cada día que no pide el fin de ETA".

Será porque soy un malpensado -que lo soy-, o porque no soy un imbécil -que tengo motivos para creer que no lo soy tanto-, pero en mi modesta opinión, cada día que pasa Bildu es tan creíble como lo era cuando el Tribunal Constitucional le permitió concurrir a las elecciones.

Es totalmente creíble cuando retira los retratos del Rey de los salones municipales. Y conste quea mi no me gustan los retratos del Rey, ni me gusta el Rey, ni me gusta la Monarquía borbónico-liberal. Pero el Rey es el Jefe del Estado, y si quitan su retrato no es porque sea de la persona Juan Carlos de Borbón, sino porque es del símbolo Rey de España.

Bildu es totalmente creíble cuando quita la Bandera de España de los mástiles; es totalmente creíble cuando exige la expulsión de las Fuerzas Armadas y de las Fuerzas de Seguridad del Estado de una parte del territorio nacional que considera su aldea propia. Es totalmente creíble cuando apoya manifestaciones pidiendo trato de favor -que el Gobierno concede- para los asesinos etarras.

En resumen, Bildu está en lo suyo, en lo que siempre ha sido; y en lo que usted, señor Rubalcaba, su Gobierno y su Tribunal Constitucional sabían perfectamente que era.

Así es que, si alguien pierde credibilidad cada día que no se aplica la legislación vigente, es su Gobierno, señor Rubalcaba, y su Fiscal General.

Quien pierde credibilidad es usted mismo -tu mismo, Alfredo-, como principal encargado de hacer cumplir la Ley desde tu Ministerio.












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