Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

viernes, 29 de abril de 2011

SOBRE EL PUCHERAZO.

Pucherazo llama El Plural -¿quien si no?- al hecho de que, en la provincia de Guadalajara, la Junta Electoral de Zona de Sigüenza haya rechazado la inscripción de unas listas electorales del PSOE por manifiestas incorrecciones ortográficas.

El Plural -evidente, no hay mas que ver cómo redactan sus becarios- no considera necesario escribir correctamente las siglas, los nombres o los datos de filiación de los candidatos. Vaya, como si lo hacen en jerga SMS, qué mas da.

Y uno -que tampoco es que sea una lumbrera, pero cuando menos intento hacerlo con la mayor corrección de que soy capaz- piensa que tampoco pasaría nada si los encargados de presentar las listas electorales del PSOE aprendieran a escribir.

SOBRE LOS DELITOS DE "EL PLURAL."

Delitos contra el derecho fundamental a la libertad de expresión, que este panfleto rojo suele perpetrar habitualmente sin que un fiscal suspire.

Ya el año pasado arremetía contra el derecho de mi camarada Juan Antonio Aguilar a dictar un curso en la Universidad, por el hecho de tener una ideología que al periodicucho no le gusta.

Hace un par de meses, criticaba al Partido Popular por haber contratado los servicios profesionales del profesor Isidro Juan Palacios, quien -decía el pluralete- tenía un pasado vinculado a CEDADE. Aquí -todo sea dicho- el PP rizó el rizo de la iniquidad, lamentándose de no conocer dicho pasado y asegurando que no volvería a contratarlo.

Y ahora, arremete contra el PP por presentar en las listas a un candidato que -dice- antes lo fue con La Falange y Alianza por la Unidad Nacional.

En definitiva, que El Plural discrimina claramente por ideología, y pretende que los que no pensamos como los rojimierdas de su covacha seamos expulsados, no sólo del sistema, sino de la vida pública a todos los niveles, incluyendo también otro derecho constitucional -el de ganarnos la vida con un trabajo (lo de digno ni saben lo que significa)-, y un mandato evangélico: ganar el pan con el sudor de la frente. Cosa que ellos -en su patente incultura y cerrazón de señoritos bolcheviques-, siempre han entendido como el sudor del de enfrente.

Estos son los progres -periódico digital progresista, se titula-, y estos son sus hechos. Los mismos que siempre los han adornado, desde los liberales novecentistas hasta el rojo Zapatero.

Y todavía se extrañarán de que no nos de la gana de dejarnos acogotar, como quisieran, y estemos dispuestos a defendernos cuando vengan a por nosotros.

Publicidad: