Pero piense el Gobierno que si España se le va de entre las manos, no podrá escudarse tras de una excusable negligencia. Cuando la negligencia llega a ciertos límites y compromete ciertas cosas sagradas, ya se llama traición.

José Antonio Primo de Rivera.
(F.E., núm. 15, 19 de julio de 1934)

lunes, 3 de mayo de 2010

SOBRE UNAS LLAMATIVAS SIMILITUDES.

Hoy -lo cuenta Público- los acusados del atentado de la T4 de Barajas se ha negado a declarar en la Audiencia Nacional y han llamado fascista al Tribunal.
Curiosamente, hace unos días era la secta de los garzonianos -Carlos Jiménez Villarejo, presunto ex-fiscal; Cándido Méndez y ese tal Toxo, mamones sindicochaperos; Carlos Berzosa, acollejado Rector universitario; cejilleros varios, necios Pepiños y asesinos paracuelleros- los que llamaban fascista al Tribunal Supremo.
Y esta similitud no es, ni por el forro, mera coincidencia.

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